Debido a una previsible bajada en los precios, el inicio de la campaña del Espárrago de Navarra viene marcada por el descenso en la superficie cultivable. A falta de confirmarse datos oficiales en las próximas semanas, las previsiones son de unas 100 hectáreas menos de superficie destinada a este cultivo.

Del mismo modo, se estima que, como en ediciones anteriores, seguirá habiendo una gran diferencia entre el volumen de Espárrago de Navarra destinado a su comercialización en fresco y el que se transforma en empresas conserveras. El desconocimiento del producto y la comodidad son algunas razones que explican dicho desequilibrio.

Sí que parece haber llegado para quedarse la consolidación de la venta directa de este fruto, una fórmula que se vio acentuada como consecuencia de la pandemia y que se ha visto favorece tanto al agricultor como al consumidor.

En cuanto a las expectativas productivas, la favorable coyuntura climatológica permite hablar de una buena campaña, si bien la primera recolección ya se ha visto frenada por la inesperada aparición de la nieve.