La CHD no le permite abastecerse del acuífero de Araviana

El proyecto de macrogranja de Noviercas, con 23.520 vacas, pende de un hilo. La iniciativa, que acabaría con todas las pequeñas explotaciones existentes en la zona de la Cornisa Cantábrica y regiones colindantes, no va a poder disponer del suministro de agua que solicitó en su momento.

El pasado 21 de junio, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, presentó el tercer ciclo de planificación hidrológica de las nueve cuencas hidrográficas intercomunitarias para el periodo 2022-2027. Y en lo que se refiere al nuevo plan de la Confederación Hidrográfica del Duero, contempla una reserva de agua subterránea del acuífero de Araviana, que era del que tenía previsto abastecerse la macrogranja impulsada por la empresa Valle de Odieta, propietaria de otra explotación ganadera similar en Caparroso.

En concreto, dicha confederación hidrográfica ha cuantificado en 0,9 hectómetros cúbicos el volumen de agua que se podrá extraer de dicho acuífero, pero gran parte de esa cantidad -0,7- se destinará a uso de regadío, por lo que el macroproyecto, que tendría un coste de 90 millones, no dispondría de agua suficiente para su funcionamiento. Pese a este nuevo revés, que podría dar por finiquitada la idea, sus impulsores tienen previsto presentar alegaciones a la decisión adoptada por la CHD, según han declarado a algunos medios de comunicación.

Se da la circunstancia de que ya en abril pasado, dicho organismo responsable de los recursos hídricos del área del Duero denegó a Valle de Odieta un permiso para investigar la existencia de posibiles aguas subterráneas susceptibles de ser utilizadas en la macrovaquería productora de leche.

El proyecto ha contado con la oposición de la mayoría del sector agrario por su impacto laboral y de asociaciones conservacionistas por sus graves repercusiones medioambientales.