Desde 1976 defendiendo los valores de la agricultura y la ganadería
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Cabecera de la movilización que se llevó a cabo en Iruñea

Al igual que otras cien organizaciones sindicales y sociales, EHNE-Nafarroa apoyó dicha movilización

EHNE-Nafarroa participó en una manifestación organizada por diver­sas asociaciones de pequeñas pro­ductoras de Navarra que se celebró en Iruñea el pasado 27 de abril bajo el lema «¡Soberanía alimentaria ya! ¡No al modelo agrario industrial que nos extingue!». La movilización, que par­tió desde la Plaza del Baluarte y estu­vo encabezada por bueyes y caballos, recorrió varias calles céntricas de la capital navarra para finalizar en la Plaza del Castillo, donde represen­tantes de los organismos impulsores de esta movilización intervinieron en euskara y castellano en favor de la soberanía alimentaria.

Desde nuestro sindicato siempre se ha defendido un modelo familiar social agrario, conformado por muje­res y hombres que trabajen de mane­ra directa y personal en sus unidades productivas, acompañados o no de trabajadores a cuenta ajena, y que debe garantizar una rentabilidad y estabilidad a sus titulares y unas condiciones dignas a dichos trabaja­dores.

Se trata de un modelo generador de empleo y de cohesión social en los pueblos y valles, vertebrador del territorio, duradero, que no se deslo­caliza, productor de alimentos sanos y de calidad, respetuoso con el medio ambiente, conservador del mismo y guardián indispensable del medio natural que nos rodea.

EHNE-Nafarroa entiende que en nuestro sector hay que asumir que los recursos son finitos, por lo que es necesario un reparto más justo, poner límites a las explotaciones y ayudas, y también al valor añadido de cada uno de los eslabones de la cadena alimentaria. También que la elección del modelo de agricultura y ganadería es algo personal, procu­rando convencer que el modelo fami­liar que defendemos es el mejor y único sostenible a largo plazo, desde el punto de vista social, económico y medioambiental.

No podemos olvidar que gestiona­mos más del 90% del territorio y, ade­más de producir alimentos de cali­dad, afianzamos la población rural.