Pretende recuperar para 2050 el total de los espacios degradados, algunos de los cuales son ahora mismo terrenos de cultivo
- Hezeguneak, ibaiak, basoak, belardiak eta itsasoko eta hiriko ekosistemak leheneratuko dira
La nueva Ley de Restauración de la Naturaleza ha sido recurrida al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por el gobierno austriaco, dado que contó con el visto bueno de la ministra de medio ambiente de dicho país -voto que resultó decisivo tras el cambio de opinión de Hungría-, posición que no comparte el partido conservador, quien es mayoritario en dicho ejecutivo de coalición.
La Unión Europea aprobó el pasado 17 de junio la Ley de Restauración de la Naturaleza, cuya tramitación se ha prolongado por espacio de dos años con diversas modificaciones y que prevé reparar para 2030 el 20% de los ecosistemas degradados, llegando a todos ellos a mediados del presente siglo, incluyendo en dichas actuaciones los terrenos de cultivo.
La ley establece objetivos y obligaciones vinculantes para que los Estados miembros rehabiliten sus hábitats naturales, el 80% de los cuales se encuentran actualmente en mal estado. Se centra especialmente en aquellos con mayor potencial para capturar y almacenar carbono.
En concreto, se pretende recuperar las poblaciones europeas de polinizadores, en declive, y proteger determinadas especies de mariposas y aves. Junto a ello, restablecer el 30% de las turberas vaciadas para uso agrícola y plantar al menos 3.000 millones de árboles nuevos para 2030. Además, se llevará a cabo la restauración de humedales, ríos -eliminando sus barreras artificiales-, bosques, praderas y ecosistemas marinos y urbanos, procurando no reducir espacios verdes de estos últimos.
Con todas estas actuaciones se busca aumentar la biodiversidad y aprovechar el poder de la naturaleza para limpiar el agua y el aire, polinizar los cultivos y mejorar la seguridad alimentaria, así como prevenir y reducir el impacto de catástrofes naturales como las inundaciones.
Un total de 20 estados miembros, entre ellos el español, dieron su voto favorable a esta nueva ley, que no ha estado exenta de polémica y uso electoral a lo largo de estos dos últimos años, frente al posicionamiento contrario de otros seis y la abstención de Bélgica.