EHNE-Nafarroa propone crear una vicepresidencia propia del sector
- Dekalogoan lobby sistema ezabatzea eskatzen da, korporazio handien alde lan egiten baitute
EHNE-Nafarroa ha enviado un decálogo de propuestas relativas al primer sector a los parlamentarios europeos de origen navarro que fueron elegidos en los pasados comicios del 9 de junio para que las defiendan en el futuro Parlamento Europeo. Así, se demanda la creación de una vicepresidencia ejecutiva específica de dicho sector, que tenga más peso en la Comisión Europea y en lugar del actual comisario, algo lógico, teniendo en cuenta que el 40% del presupuesto comunitario se destina a agricultura y ganadería.
Se exige, asimismo, la reconversión de la PAC hacia una agricultura familiar y sostenible social, económica y medioambientalmente, eliminando los derechos históricos para dar paso a un reparto basado en unidades de producción familiares con topes, que sirva para recuperar la soberanía alimentaria en Europa y simplificando los trámites burocráticos.
Como tercera medida, se pide promover actuaciones para una transición agrícola que se adapte al cambio climático y a los retos medioambientales, pero teniendo en cuenta a los actores del sector sin imponer estrategias por parte de las instituciones y menos todavía si estas se planifican a corto plazo. La transición ecosocial debe empezar desde la enseñanza y la formación continua, implementando directrices de aquí a 2040. En este sentido, se apuesta por una agricultura y ganadería de carácter extensivo, con acceso a semillas libres de patentes y que no sean genéticamente modificadas.
También se exige acabar con el sistema de lobbies en el Parlamento Europeo, que no hacen sino trabajar en favor de los intereses de grandes corporaciones presionando el voto de los europarlamentarios. En su lugar, se propone que las decisiones se apoyen en el criterio de entidades públicas y profesionales del mundo académico y legislativo que cuenten con un prestigio contrastado.
En sexto lugar, se solicita la creación de una Ley de la Cadena Alimentaria Europea que proteja a todos los eslabones con un reparto más equitativo entre ellos, de tal modo que nadie se vea obligado a vender a pérdidas, además de fijar un margen de comercialización a las grandes distribuidoras en aquellos productos de primera necesidad.
Por otro lado, se demanda finalizar con los tratados de libre comercio mundial, entendiendo que los alimentos no pueden estar dentro del circuito global de intercambio de mercancías, exigiendo el principio de preferencia comunitaria frente a las importaciones sin control y crear una Política Portuaria Común para controlar y comprobar que los alimentos que llegan de otros países cumplen con los estándares de calidad de la UE.
Como octava medida, se reclama la creación de una Directiva sobre Prácticas Comerciales desleales, en la que se dispongan de las mismas reglas de juego a la hora de cobrar facturas y no descanse sobre las productores la financiación de intermediarios y grandes empresas.
Asimismo, se exige un plan de choque para promover un relevo generacional sostenible, que contemple beneficios fiscales, facilitación de créditos y de cotización a la Seguridad Social. Ello debe ir de la mano, como medida última, por una política de inmigración inclusiva, pues en un futuro próximo, muchas personas inmigrantes serán dueñas de unidades de producción ganaderas o agrícolas y los actores principales en el futuro del sector.