Pretende fomentar la innovación, las nuevas tecnologías, el emprendimiento y la sostenibilidad

• El proyecto debe tramitarse ahora en el Parlamento Vasco para su aprobación definitiva

El Gobierno Vasco ha aprobado este mes el Proyecto de Ley de Desarrollo Rural del País Vasco, que sustituirá a la actualmente vigente, que data de 1998.

Los cambios producidos durante estos veinte años, el actual marco político europeo, en el que se está cerrando la última reforma de la PAC, incluyendo su segundo pilar, de Desarrollo Rural, y el trabajo de la Comisión en torno a una estrategia acerca de la visión a largo plazo para las zonas rurales, sitúa en un momento idóneo la puesta en marcha de esta nueva Ley, que establecerá nuevos mecanismos e instrumentos para favorecer el desarrollo de las zonas rurales.

Con esta nueva Ley se quiere implantar una nueva estrategia de desarrollo rural alineada con la Política de Cohesión Territorial que impulsa la UE. Tras su aprobación, el proyecto debe tramitarse ahora en el Parlamento Vasco antes de su aprobación definitiva.

El Gobierno ha destacado que quiere posicionar al medio rural vasco como un factor fundamental en el desarrollo y la cohesión económica, social y del país, poniéndolo en pie de igualdad al resto del territorio.

La ley pretende fomentar que las zonas rurales se unan al tren de la innovación, las TICs, la modernidad, el emprendimiento y la sostenibilidad, todo ello sin obviar el papel estratégico que la actividad agraria juega en la gestión territorial y medioambiental de Euskadi, además de su papel económico y de proveedor de alimentos.

Se prevé una nueva zonificación del espacio rural vasco y se abordarán instrumentos de planificación para alinear los proyectos e iniciativas locales a las políticas que se impulsen desde las instituciones.

El proyecto de Ley también plantea crear una Red de Desarrollo Rural en Euskadi, cuya finalidad sea impulsar la conexión, coordinación y colaboración de las entidades y agentes implicados en el desarrollo rural. El objetivo es que las zonas rurales trabajen con metodologías de desarrollo territorial inteligente, en la línea de las Smart Villages, aprovechando al máximo sus potenciales, favoreciendo el emprendimiento en el medio rural para a atraer a personas jóvenes no solo al sector primario para promover proyectos transformadores e impulsar la agricultura ecológica, sino también para la creación de otro tipo de empresas, vinculadas a nuevos sectores, como la bioeconomía.