Como es habitual, no se han cerrado mediante contrato previo y se habla de que podrían ser de 2,10 euros por kilo para conserva

Una temporada más, el espárrago sigue sujeto a las leyes que implanta la industria agroalimentaria en beneficio propio. Como viene siendo habitual, tampoco este año se ha cerrado su precio

mediante un contrato previo y se especula sobre que el importe por kilo destinado a conserva (extra y primera) podría estar en torno a los 2,10 euros.

Una situación de incertidumbre que, una vez más, EHNE-Nafarroa denuncia por su irregularidad, al incumplir la Ley de la Cadena Alimentaria, una norma que impide la venta a pérdidas y cuya aplicación no acaba de materializarse ni en este cultivo ni en otros muchos. En algunos casos, esta inseguridad ha llevado a que agricultores acaben la campaña nada más empezar y a que familias de temporeros hayan tenido que regresar a sus casas sin apenas haber recogido espárrago.

Nos encontramos con que este sector cada vez depende más de una industria conservera que eleva sus exigencias de calidad de manera inversamente proporcional al precio insolidario que quiere abonar y que está abocando a que productores tradicionales de este fruto se estén planteando la posibilidad de reconducir sus explotaciones hacia otros alimentos más valorados.

Una alternativa interesante para acabar con esa dependencia de la industria agroalimentaria puede estar en la promoción del consumo en fresco del espárrago, una opción culinaria bastante desconocida y que tiene mucho trabajo por delante en lo que se refiere a tejer redes de comercialización, pero que permitiría dignificar el trabajo de los agricultores mediante la obtención de un precio mucho más acorde al mantenimiento de sus explotaciones.

Países como Alemania y Holanda, donde el consumo en fresco tiene un gran arraigo, pueden servirnos como ejemplo a seguir para lo que es una zona importante a nivel de producción, pero que no ha sabido promover este alimento de tan alta calidad, por ejemplo en establecimientos y tiendas de las capitales de los diversos herrialdes, donde de momento no existe la cultura de cocinarlo y comerlo en fresco.

Por esa razón, desde EHNE-Nafarroa animamos a los productores a que exploren esa otra vía de comercialización y no se resignen a entregar su género a la industria a cualquier precio, y a los consumidores a que lo conozcan, lo compren en fresco, lo cocinen y lo coman, colaborando al sostenimiento del tejido agrícola de este interesante sector.