El sector sigue perdiendo activos agrarios.

COAG, la coordinadora agraria estatal de la que forma parte EHNE, ha realizado un informe sobre el balance del año 2020, subrayando que durante el año de la pandemia se ha acelerado el proceso de “uberización” del campo español, concentrando el valor de la producción en menos manos.

Un 7% de macro-empresas agrarias acapara ya la mitad del incremento del valor productivo. A pesar de la subida de un 3,6% de la Renta Agraria en términos reales por el aumento de la producción, el sector ha perdido 67.000 activos en 2020, un descenso del 7,9% respecto a 2019. Desde 2003, el sector agrario acumula una pérdida de renta de un 12,2% y una reducción de 235.000 ocupados.

La extrema volatilidad de los precios, la espiral alcista de los costes (+31,6% en última década) y las importaciones sin control de terceros países, hipotecan la rentabilidad y la capacidad de creación de empleo de las pequeñas y medianas explotaciones familiares. A pesar de ello, COAG señala que los hombres y mujeres del campo “hemos demostrado una gran capacidad de resiliencia, manteniendo las producciones. Si 2020 ha sido el año del reconocimiento social del carácter esencial de la actividad agraria, 2021 debe ser el de la rentabilidad para el modelo social y profesional de agricultura. Si una parte de los fondos de reconstrucción de la UE se utilizan de verdad para apoyar la sostenibilidad y la digitalización de las “pymes” del campo, estamos preparados para impulsar el desarrollo económico y social post-pandemia de nuestro país”, ha resaltado Miguel Blanco, secretario general de COAG.

Las reivindicaciones del sector agrario, que se echó a la calle de forma masiva durante el primer trimestre de 2020, siguen igual de vigentes. Como respuesta, el Gobierno ha adoptado algunas medidas relativas a la fiscalidad, financiación, seguros agrarios, y la reforma de la Ley de Cadena Alimentaria. Pero éstas son medidas claramente insuficientes para dar respuesta a la principal reivindicación del sector: “precios justos y rentas dignas”.

Precios justos y diseño de la PAC, objetivos de 2021

COAG ha apuntado también los principales objetivos de este año, que pasan por la necesidad de garantizar precios justos, la adaptación al “Brexit” o el diseño del Plan estratégico nacional de la nueva PAC. Además, habrá que estar muy atentos a la culminación de la reforma de la Ley de Cadena Alimentaria en el Congreso de los Diputados, siendo preciso que el Ministerio desarrolle un amplio estudio de costes, que sirvan de referencia para las distintas producciones y junto con las Comunidades Autónomas haga cumplir la ley con el máximo rigor. Asimismo, se debe avanzar en las estrategias de regulación pública y autorregulación de los mercados, con estricto control de las importaciones.