Ante la existencia de contratos por debajo de los costes de producción

La Ley de la Cadena Alimentaria establece que los contratos del sector deben cubrir siempre los costes de producción. Pese a esta premisa, EHNE ha tenido constancia de la realización de contratos por debajo de estos costes, por lo que va a presentar la correspondiente denuncia ante la Agencia de Información y Control Alimentarios.

La campaña de ovino de leche comenzará en Gipuzkoa en el mes de noviembre, extendiéndose después por el resto de Euskal Herria. En principio, dos meses antes -en esta época- los pastores deben comenzar a recibir ofertas y a firmar contratos. La Ley establece que se deben firmar con dos meses de antelación y cubrir los costes de producción. Sin embargo, sigue habiendo pastores que se ven obligados a vender sin contrato escrito y la mayor parte de las empresas no llegan a cubrir el precio base. Estas irregularidades se las hemos comunicado una y otra vez a las diferentes industrias.

Según el Behatoki publicado por Gobierno Vasco, el coste de producción de leche de oveja se sitúa en 1,63€ por litro, mientras que los precios a los que se ha pagado al productor rondan del 1,20 al 1,30€/l. Se trata de una situación insostenible que, de continuar, conllevará la desaparición de pastores en nuestro territorio. Se da la paradoja de que, en zonas limítrofes, como Castilla, el precio de la leche de oveja está subiendo debido a la escasez de leche, por la desaparición de pastores en estas zonas.

EHNE va a seguir recabando datos para la formulación de las denuncias que sean oportunas. Incluso, existe la sospecha de que las grandes empresas del sector en Euskal Herria puedan estar pactando precios, debido a las escasas diferencias entre unas y otras.

Desde EHNE queremos alertar a la sociedad, y una vez más a las instituciones que deben ser garantes del cumplimiento de las leyes en vigor, que, de continuar con estos precios en la leche y la escalada de precios en los costes de producción, nos encontramos ante un sector en peligro de extinción, con las graves consecuencias que ello supondría, tanto por la desaparición del tejido económico y social como por los efectos medioambientales en nuestros montes.