El sector necesita un reconocimiento efectivo para hacer frente a los retos que se le presentan

El próximo mes de junio Euskadi tendrá un nuevo lehendakari y una nueva estructura de gobierno. Actualmente los partidos políticos que previsiblemente conformarán gobierno están negociando su estructura y el número de carteras que pueden conformarlo. Desde EHNE pedimos, en este momento tan crucial, que el sector primario cuente con un departamento propio y exclusivo para poder hacer frente a los retos que se le presentan.

Llevamos cuatro legislaturas mezclados con otros departamentos, perdiendo presencia en el ejecutivo frente a otras cuestiones y queremos dejar claro que el sector primario necesita un espacio en las administraciones que refleje su importancia y singularidad.

El sector primario es economía, es medio ambiente, es cultura, es salud, es imprescindible desde el punto de vista social y de desarrollo del entorno rural. Sin el sector primario nuestros pueblos mueren, nuestros montes y nuestro entorno natural se degrada, nuestra alimentación queda a expensas de terceros países. La soberanía alimentaria es prioritaria para el futuro de nuestra sociedad y para ello necesitamos baserritarras, personas que se dediquen a la agricultura y la ganadería.

Llevamos años hablando de la crisis del sector, que se ha hecho aún más visible con las movilizaciones de este invierno. Desde EHNE hemos alertado de la pérdida de activos que estamos sufriendo, poniendo sobre la mesa los factores que lo provocan y trabajando en posibles soluciones. Pero para ello necesitamos que las instituciones colaboren, que estén dispuestas a trabajar con los agentes del sector y que hagan frente común para defender al sector primario. Necesitamos un departamento más cercano, eficaz y leal.

El papel del Gobierno Vasco es crucial. Necesitamos un departamento que apoye a las personas que trabajan en el sector, fortaleciendo las inversiones, generando empleo y fijando población en el medio rural. Que fomente prácticas agrícolas sostenibles, que abogue por la conservación del suelo, el uso eficiente del agua y la protección a la ganadería extensiva, contribuyendo así al equilibrio territorial. Un departamento que mejore la productividad y la competitividad del sector a través de la digitalización y la investigación agraria. Un departamento que facilite la gestión administrativa al sector y posibilite el asesoramiento técnico, las ayudas económicas, y la formación; que fomente la comercialización de productos autóctonos, beneficiando así a productores y consumidores.

Creemos firmemente que una consejería propia garantizaría una gestión más eficiente y coherente de las cuestiones agrícolas y alimentarias, evitando la superposición de competencias con otros departamentos que, como ha demostrado la experiencia, genera conflictos y obstáculos para la implementación de políticas efectivas para el sector primario. Un ejemplo concreto lo tenemos en la utilización de tierra agraria para la instalación de proyectos de energía renovable, donde los intereses de la industrias energéticas prevalecen frente a la defensa de la tierra agrícola, un recurso escaso, agotable y valioso que garantiza nuestra seguridad alimentaria y contribuye al equilibrio ecológico.

Por todo ello, pedimos a los partidos políticos que, de una vez por todas, demuestren su apuesta por el sector primario y su carácter estratégico otorgándole el peso que merece en el ejecutivo autonómico, a través de una Consejería propia.